LO MÁS DIFICIL… Después de esto vino la aceptación, entender que la enfermedad ya hacía parte de mi vida y que tenía que hacer un tratamiento, pensando en que podía salir victoriosa. Sin embargo, mi caso fue más difícil comparado con la experiencia de la mayoría de pacientes con este diagnóstico, quienes normalmente responden muy bien al tratamiento. Yo tuve que recibir todas las líneas de tratamiento disponibles para este diagnóstico, y no logré la respuesta esperada; mi enfermedad no lograba ser controlada adecuadamente. A diferencia de otros pacientes con LMC, tuve muchas hospitalizaciones porque mi leucemia evolucionó a una fase blástica, debido a que fue refractaria a los tratamientos recibidos. Fue ahí cuando me dijeron que era necesario el trasplante de médula ósea. Este procedimiento se llevó a cabo el pasado mes de diciembre, con muy buenos resultados.
siendo un éxito total, estoy en recuperación, pero a la fecha, todo va perfecto, tuve el mejor donante del mundo ( mi hermoso hijo). Hago un paréntesis, no ha sido fácil el proceso, pues han habido momentos en donde he querido dejar todo, me he cansado, los dolores eran muy fuertes, el aislamiento es muy fuerte, el aspecto físico y emocional cambia totalmente, las relaciones de pareja y familiares cambian, se pierden muchas cosas, bueno, Dios nos da la fortaleza y sabiduría para poder sobrellevar todo y salir victoriosos.