Hay diferentes técnicas que se han utilizado para el dolor de los niños con cáncer que son complementarias a los medicamentos y pueden ser muy efectivas para su manejo. Entre estas técnicas se encuentra la respiración consciente, siendo una de las más utilizadas y con resultados excelentes, ya que ayuda a la oxigenación completa del cuerpo y la disminución de estrés y ansiedad, las cuales pueden ser una fuente de dolor importante.

La relajación progresiva por su parte, es complementaria a la respiración e implica enseñar al niño a tensionar y distensionar los músculos de su cuerpo, con el fin de generar un estado de relajación profunda que ayude a disminuir el dolor.

También podemos encontrar técnicas como la tolerancia al malestar, la cual es una técnica reciente que ha tomado fuerza por su evidencia científica, donde se entrena a los niños en una serie de ejercicios que ayudan a regular el dolor, distrayendo la sensación molesta con objetos, por ejemplo, poniendo hielos en las manos. La atención pone su foco en esta situación haciendo que la sensación de dolor disminuya o se vuelve tolerable con el tiempo.

En esta misma línea de tolerancia, otra técnica consiste en enseñar al niño a aceptar su propio dolor y cada sensación que este tiene en su cuerpo, sin eliminarlo o disminuirlo. Esta técnica se puede utilizar principalmente en niños mayores de 10 años.

Por último, se pueden implementar otras terapias un poco más elaboradas como la terapia de risa, ya que está comprobado que la risa genera un efecto analgésico en el cuerpo al hacer que el cerebro libere algunas sustancias que facilitan estos procesos.