El tratamiento de las neoplasias hematológicas ha cambiado drásticamente en las últimas dos décadas. El advenimiento de las terapias dirigidas ha revolucionado el tratamiento de las leucemias agudas y crónicas. Para el caso específico de la Leucemia Linfoblástica aguda, encontramos dos terapias novedosas: Los BiTES y los CAR T cells. Los primeros son moléculas dirigidas específicamente contra proteínas presentes en la superficie celular de las células tumorales, el CD 19.

Estudios recientes demuestran que en la recaída de los pacientes con LLA estas terapias mejoran la supervivencia con respecto a lo actualmente disponible en nuestro medio. Además, han demostrado ser efectivas incrementando la posibilidad de curación de la enfermedad cuando se alcanza la enfermedad mínima residual negativa antes del trasplante de médula ósea.

Los CAR T cells potencian al sistema inmunológico para hacerlo más eficaz e inteligente en el intento de acabar con las células de la leucemia. Es una terapia que próximamente estará disponible en nuestro país.

Para el caso específico de la leucemia mieloide aguda, enfermedad que no ha tenido modificación de la terapia desde hace varios años, existe la posibilidad de utilizar el Midostaurin en los pacientes que tienen la mutación para el gen del FLT3, molécula que ha mostrado beneficio en la supervivencia de estos pacientes como lo demostró el estudio RATIFY.

Esperamos que en el futuro tengamos disponibles estas terapias en nuestro medio para mejorar la supervivencia, pero además la calidad de vida de nuestros pacientes.