#LoQueCorrePorMisVenas 2018
6 septiembre, 2018#LoQueCorrePorMisVenas 2018
6 septiembre, 2018Durante el proceso de cáncer ¿Cómo se pueden transformar los estilos de vida y crear salud?
Boletín No. 84 Julio / 2018
El cáncer es una experiencia que impacta no sólo la vida del paciente sino también la de su núcleo familiar. El día a día se convierte en una expedición a través del sistema de salud, pero también muchas veces, en una búsqueda constante y personal de cambio en el estilo de vida, para recuperar la salud.
En ese proceso de “crear salud”, es importante considerar una visión integral que permita generar un impacto a nivel físico, mental, social y espiritual, ya que somos seres humanos bio-psico-socio-espirituales. Es así como en el área física, será clave cumplir a cabalidad con el tratamiento indicado por el médico tratante, para el adecuado control de la enfermedad; pero también es importante y complementario a dicho tratamiento, cuidar los hábitos alimenticios, tener algún grado de actividad física y garantizar un buen descanso.
En el área emocional, es sabido que un diagnóstico de cáncer irrumpe de manera abrupta la normalidad de la vida, ocasionando emociones, sentimientos y miedos que normalmente no experimentamos, por lo que es relevante dar la debida atención a la esfera emocional, buscando apoyo profesional siempre que sea necesario. El paciente además puede ser apoyado de manera efectiva con prácticas de respiración consciente, técnicas de relajación, motivando la expresión emocional a través del arte como la pintura, la música, el canto o alguna manualidad, y algo muy importante, participando de grupos de apoyo en donde pueda compartir su vivencia con pares y sentirse reconfortado.
A nivel del área social, el solo diagnóstico y más aún el tratamiento de quimioterapia, pueden aislar al paciente y a su familia, de su vida social habitual. Al ser esta una dimensión esencial dentro de la vida de cualquier ser humano, es importante no desligarse del todo de esos círculos sociales que se frecuentan. En algunos momentos del tratamiento y debido a la inmunosupresión será inevitable, pero es recomendable en cuanto sea posible, retomar los contactos más significativos, así como promover en todo momento otro tipo de comunicaciones, aprovechando las grandes ventajas que hoy día permite la tecnología: Chats, video llamadas y cartas, entre otros, las cuales se convierten en excelentes opciones para comunicar afectos, deseos, necesidades y para expresar sentimientos de apoyo y fortaleza, que son tan necesarios, para el paciente que vive un proceso de cáncer.
En lo que respecta al área espiritual, más allá de la creencias o prácticas religiosas de cada persona, el área espiritual es considerada un factor protector dentro del tratamiento. Es por esto, que meditar, orar, rezar y visitar los lugares de oración, ayudan a tener paz, fortalecer la esperanza, resignificar la experiencia y recargar fuerzas para los momentos difíciles.
El Cáncer es entonces una oportunidad de renacer, es una invitación para incorporar nuevos y buenos hábitos de vida que deberían perdurar en el largo plazo; es también un reto para aprender a vivir disfrutando de los pequeños detalles del día a día. Los pacientes deben saber que la enfermedad es solo un pedacito de la vida, no la totalidad de la vida.
En el área emocional, es sabido que un diagnóstico de cáncer irrumpe de manera abrupta la normalidad de la vida, ocasionando emociones, sentimientos y miedos que normalmente no experimentamos, por lo que es relevante dar la debida atención a la esfera emocional, buscando apoyo profesional siempre que sea necesario. El paciente además puede ser apoyado de manera efectiva con prácticas de respiración consciente, técnicas de relajación, motivando la expresión emocional a través del arte como la pintura, la música, el canto o alguna manualidad, y algo muy importante, participando de grupos de apoyo en donde pueda compartir su vivencia con pares y sentirse reconfortado.
A nivel del área social, el solo diagnóstico y más aún el tratamiento de quimioterapia, pueden aislar al paciente y a su familia, de su vida social habitual. Al ser esta una dimensión esencial dentro de la vida de cualquier ser humano, es importante no desligarse del todo de esos círculos sociales que se frecuentan. En algunos momentos del tratamiento y debido a la inmunosupresión será inevitable, pero es recomendable en cuanto sea posible, retomar los contactos más significativos, así como promover en todo momento otro tipo de comunicaciones, aprovechando las grandes ventajas que hoy día permite la tecnología: Chats, video llamadas y cartas, entre otros, las cuales se convierten en excelentes opciones para comunicar afectos, deseos, necesidades y para expresar sentimientos de apoyo y fortaleza, que son tan necesarios, para el paciente que vive un proceso de cáncer.
En lo que respecta al área espiritual, más allá de la creencias o prácticas religiosas de cada persona, el área espiritual es considerada un factor protector dentro del tratamiento. Es por esto, que meditar, orar, rezar y visitar los lugares de oración, ayudan a tener paz, fortalecer la esperanza, resignificar la experiencia y recargar fuerzas para los momentos difíciles.
El Cáncer es entonces una oportunidad de renacer, es una invitación para incorporar nuevos y buenos hábitos de vida que deberían perdurar en el largo plazo; es también un reto para aprender a vivir disfrutando de los pequeños detalles del día a día. Los pacientes deben saber que la enfermedad es solo un pedacito de la vida, no la totalidad de la vida.
MÓNICA GIRALDO CASTAÑO
Especialista en Psicología social, cooperación y gestión comunitaria
Magister en Psicología Clínica
Coordinadora Programa de Apoyo a Paciente Adulto en Funcolombiana
Especialista en Psicología social, cooperación y gestión comunitaria
Magister en Psicología Clínica
Coordinadora Programa de Apoyo a Paciente Adulto en Funcolombiana